Hoy voy a hablar de un tema que es la
realidad de casi todos los Erasmus: dejar de vivir con sus padres y empezar a
hacer tareas domesticas.
Para los jóvenes que vivían con sus
padres antes de viajar de Erasmus es mas difícil acostumbrarse a la nueva
vida que los que ya vivían lejos.
Para mí la
tarea mas aburrida es limpiar la casa. Hay que barrer, quitar el polvo, fregar
los platos y vasos y muchas otras cosas. Para eso tendrá que haber en el piso
muchos productos de limpieza, que deben ser utilizados correctamente.
Hacer
compras tampoco me parece muy agradable. Antes de salir al mercado tienes que
saber qué cosas comprará, para no olvidarse algunas
personas hacen listas y las llevan junto.
Durante las compras es normal mirar los precios de los productos que se quiere para elegir el mas barato. Después de coger todo que se quiere hay que
llevar todo para casa…normalmente caminando…
Lavar las
ropas es mas fácil porque hoy existen lavadoras, pero ponerlas para
secar es difícil para quien vive en pisos compartidos donde hay mucha gente.
Además, hay
que tener animo para salir de fiesta con los amigos, pero eso no es difícil de hacer.
Sin embargo,
a pesar de todos los problemas esa experiencia es importante para el
crecimiento personal de todos. Aprendemos a tener responsabilidad y a convivir
con personas de diferentes culturas.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarYo siempre viví con mis padres, pero ahora que estoy viviendo solo y no tengo más mi madre para hacer las cosas para mí, no tuve otra salida a no ser aprender como se hace las tareas domésticas. No me gusta nada cuando tengo que limpiar el baño o barrer el piso. Otra cosa que me aburría hacer en Brasil y soy obligada a hacer aquí es ir al supermercado hacer comprar para la casa. Pero una cosa positiva y que me gusta mucho es tener aprendido a cocinar. En mi país, siempre hablaba que iba empezar a cocinar, pero como nunca iba a morir de hambre, ya que mi madre siempre hacia la comida, y como tenia siempre mucha pereza, nuca lo hacía.
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